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Cómo se hizo U2-CB

El proceso de generar U2-CB ha sido largo y laborioso. El autor ha dedicado más de dos años en elaborar los contenidos del libro, textos y recursos fotográficos. En condiciones normales no debería haber llevado tanto tiempo pero la ubicación de los sets (a más de 600km de distancia de la residencia habitual del autor) no ha permitido realizar ese proceso más rápido, lo cual, por otro lado, ha permitido ir tomando decisiones con cierta perspectiva temporal a medida que los contenidos han ido creciendo.

Una vez establecidas las bases de la taxonomía UCS (a la que ha habido que añadir conceptos como LUCS, “parece UCS”, según han ido apareciendo nuevos sets durante la creación del libro) la tarea que más esfuerzo y tiempo ha consumido ha sido, por un lado, la logística de transporte de los sets montados al estudio y, por otro, la fotografía de los conjuntos y minifiguras.

Desde el punto de vista técnico, fotografiar piezas tan variadas en color, forma, tamaño y texturas ha sido un desafío.
Otras tareas como repasar en detalle los sets más antiguos y que llevaban tiempo montados, han requerido un trabajo
minucioso. También decidir y adquirir en su caso los elementos técnicos que se iban a utilizar para elaborar los contenidos,
tales como el fondo chroma o una báscula.

Debido a las dificultades de trasporte, sobre todo de los sets más grandes, y para minimizar el número de desplazamientos de las piezas al estudio de fotografía, se intentaban completar todas las fotografías de cada set y sus minifiguras antes de proceder con el siguiente, aunque en la fase de maquetación se detectaron algunas imágenes que hubo que repetir. En total se han realizado más de 10.000 fotografías, de las cuales se han aprovechado alrededor de una décima parte.

Para las siluetas, inicialmente se pensó en utilizar fotos de los sets, pero esto requería un esfuerzo de proceso de imágenes titánico por lo que al final se optó por usar un croma verde de fondo que aligerara parte del esfuerzo aunque aparecieron otros problemas, como los reflejos del croma en las piezas o las piezas en tonos cercanos al verde, que hubo que corregir (junto con la deformación óptica de la cámara) durante la generación por software de las siluetas.

Una vez fotografiados todos los sets (a excepción de los que se han ido incluyendo mientras se finalizaba el libro por su reciente aparición) se generaron los textos, a la vez que se documentaban y se generaban las imágenes que los ilustran. El lector puede ampliar y comprobar los datos y hechos relatados, a través de las referencias proporcionadas para su consulta, bien online o a través de otras publicaciones.
Por último, la fase de maquetación se ha divido en dos bloques, ejecutados en paralelo: uno, las fichas técnicas y, otro, los textos del libro. Esta fase ha llevado más trabajo del inicialmente previsto, pero creemos que el resultado lo ha merecido.

caracopato anécdota

La pasada primavera de 2020, en plena pandemia, recibimos dos ejemplares prototipo de la encuadernadora para que evaluáramos el resultado y diéramos el visto bueno para continuar con las aproximadamente 8 toneladas de papel impreso que esperaban en sus almacenes. Cada uno de esos ejemplares fue enviado a un miembro diferente del equipo: uno a Rafa, el autor, y otro a Jose, el fotógrafo, quien lo dejó por la noche en el porche junto al pequeño jardín de su vivienda, y a la mañana siguiente, para su sorpresa, observó que algunas páginas habían sido “mordisqueadas”, concretamente en el borde inferior del libro. Sin salir de su asombro y tras considerar el origen de aquellas extrañas “abrasiones”, llegó a la conclusión de que un hermoso caracol que merodeaba por el jardín era el probable culpable del acto. Los coloridos restos de baba del mismo, confirmaron la suposición.

Cuando compartió la anécdota con el resto del equipo, Rafa decidió que la memorable historia debía de quedar inmortalizada y preparó unas pegatinas con la portada del libro en versión reducida para, junto con una placa negra UCS de 8×16 que dividió en tres con un dremel, hacer una reproducción del libro mordisqueado. Añadiendo las piezas necesarias para construir el caracol que figura en las instrucciones del set 11011, ya tenía el kit completo. Entregó un kit a Jose y otro a Rosa (la maquetadora) y les pidió que siguieran las instrucciones sustituyendo las por la reproducción del libro. Ambos le enviaron una foto de sus construcciones, las cuales diferían. Rosa puso su creatividad en juego colocando la hoja verde que le “sobraba” a modo de peineta en el caracol. Jose, inadvertidamente, colocó la pieza de la cabeza al revés, lo que dio pie a que Rosa lo bautizara (a esa versión de caracol :-)) como CARACOPATO.

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